Archivo del Autor: edumolina

Señales: RESPETO

Respetando tiempos, momentos y caminos. 

Respetando la forma en la que vibra la energía del universo, desde la escucha, la apertura, reconociendo esa vibración en mí y su sintonía con el entorno.

Atento para reconocer cuando mis creencias modulan esa vibración de una forma limitante (irrespetuosa) o estimulante (respetuosa) con la vibración amorosa del universo.

Aceptando que la vida no nace en mí, sólo se manifiesta en mí.

Aceptando que el universo no es antropocéntrico, y mucho menos eduardocéntrico, es más fácil el respeto, encontrar el momento y el lugar para el encuentro. 

Competitividad y Cooperación

A pesar de que en la cultura que me muevo aparece la competitividad como fórmula para el éxito en muchos ámbitos, tengo la impresión de que la cooperación es la clave para construir como sociedad y para desarrollarnos como personas de una manera sana y conectada.

Cooperar significa para mí construir (crear) en común, poniendo en común lo mejor de cada cual, para alcanzar una visión compartida, desde la comunicación y la actitud de entendernos.

Competir lo asocio a la necesidad de demostrar lo buena que es una realidad en comparación con otras realidades, desde una necesidad de reconocimiento, de una carencia, al fin y al cabo.

A día de hoy (6 de abril de 2023) me llama más la atención la cooperación.

Señales: AGRADECIMIENTO Y LEGADO

Hay momentos en los que encuentro el espacio y tiempo interior para el agradecimiento por el momento presente, para conectar con el legado de mis antepasados, de nuestros antepasados; entonces ese agradecimiento cobra una nueva dimensión que me inunda de una energía reconfortante.

Aprecio y agradezco la generosidad de ese legado del que formo parte y surge en mí un sentimiento de aceptación y de trascendencia; desde ahí tomo conciencia de que también mis acciones (e inacciones) presentes formarán parte del legado disponible a futuro, en ese momento siento la llamada amorosa de la creaciòn.

Señales: AMOR

El amor es el ingrediente universal para vivir en paz y armonía. Cuando estoy conectado con mi centro, me siento en paz, me siento tranquilo, porque no he de ir a ningún otro lugar, estoy conectado a mi esencia, a aquello que me conecta con el universo y todas sus criaturas, en ese momento estoy actuando desde el Amor, me siento VIVO.  Nada más que añadir.

Señales: INTUICIÓN

«La intuición tiene que ver con la realidad exterior y con la forma que tengo de relacionarme con ella.» – esto también.

Hoy la intuición la vivo como la escucha interna, de lo que siento, delo que conozco sin haberle puesto pensamiento o palabra anteriormente.

La intuición como esa conexión con el universo, del que formo parte.

Señales para seguir caminando

En el ecuador de la vida, a mitad del camino, me paro a reconocer las señales que siento han de seguir guiando mis pasos (esa línea recta a seguir), algo muy personal que me apetece compartir en este espacio de encuentro, así que en siguientes entradas de este Blog iré desgranando estas señales poco a poco, para ir reposándolas, degustándolas y disfrutándolas según las comparto.

Siento que lo más importante del camino es encontrar mi propio ritmo y disfrutar de las cosas que pueda hacer hoy porque mañana serán otras cosas.

Enfoque y juego

Siento que si tengo una visión potente y pongo conciencia en lo que hago, es más fácil llegar donde quiero llegar.

Si voy con lo ojos abiertos caminando sobre una línea recta me

resulta muy fácil llegar al final de la línea sobre la que camino con seguridad y sin salirme de la línea. En cambio, si cierro los ojos y pierdo la referencia visual siento que pierdo el equilibrio al caminar por la línea intentando no salirme, y aún así me salgo de la línea y no llego al final de la misma. He descubierto últimamente que si cierro los ojos y genero en mi interior una visión de dónde voy (del final de la línea), soy capaz de caminar sin titubeo y sin salirme de la línea (o al menos no tanto), me da seguridad, confianza y un rumbo.

Menudo descubrimiento, eh!, en cualquier caso la actitud de juego me ha hecho disfrutar de la exploración, del camino, sea cual sea el resultado.

 

Sombra, reflejo y realidad

Días de lluvia y sol, charcos para sortearlos o mojarse, para saltar o evitar, para observar o ignorar, charcos de agua y de cielo, de reflejo y realidad, de sol y sombras…, y allí, en medio de un chaco una naranja abierta, su reflejo y la sombra que ofrece el sol de la mañana: momento para la reflexión.

¿En qué me fijo primero, en la «sombra», en el reflejo o en el corazón (la realidad)?…en un primer momento me dejé atrapar por la proyección de la naranja, como a veces me dejo atrapar por esa imagen que proyectamos consciente o inconscientemente hacia los demás, después llamó mi atención esa sombra, y finalmente reparé en el corazón roto de la naranja…¿cuántas veces no llego a ver ese corazón roto en las personas, y me quedo en las proyecciones?

¿Dónde pongo el foco?

Si exploro un espacio ¿dónde pongo el foco?, en los enormes árboles longevos, en el pasto seco, en la florecilla que se yergue en medio del camino…,  simplemente tomo conciencia de que lo que reclama mi atención en este momento no tiene por qué ser lo mismo que llamara mi atención hace apenas un segundo, o dentro de un instante, ni  lo que llame la atención de cualquier otra persona.
Encuentro, aceptación, asertividad, escucha, observación, cambio, agradecimiento me sugieren este encuentro en la naturaleza.

dav