Los velos que el capitalismo no quiere ver: los tacones, el maquillaje, la minifalda, los pendientes, las pulseras, la cirugía estética, la depilación…, desde dónde y para qué, ¿son una elección o una necesidad? ¿en qué caso es elección y en qué caso necesidad?…¿necesidad de aceptación tal vez?…

Los velos no nos dejan ver determinadas cosas, en mi caso, eso me lleva a a las siguientes preguntas y reflexiones: ¿Cuándo comencé a consumir más que a crear, cuándo normalicé eso en mi vida, y cuánto me cuesta reconocer ese patrón en ella, cómo me mantengo, a costa de quién o de qué?

Se trata de equilibrio: crear y consumir, o visto de otra manera, si no existe una energía y acción creadora el consumo me consume.

Me he dado cuenta la voracidad con la que consumo: comida, contenidos: en internet, televisión, libros, y cómo los momentos creativos los reservo principalmente al trabajo, y a veces ni siquiera eso, estoy tan desacostumbrado a consumir que en la dificultad me frustro y caigo en la queja y el desánimo,

Resuelvo cultivar la conciencia de mi energía creativa y de mi consumo, buscando expandir mis acciones creativas y moderar el consumo de una manera más equilibrada y responsable: por ejemplo no des-ayunar (consumo) sin haber creado antes (poesía, reflexión, paseo, meditación, trabajo…)