La escucha permite expandir mi mundo. Me invita a hacer silencio interior para permitir que las palabras, los gestos, la energía que se mueve a mi alrededor y recibo resuenen en mi interior, me permitan vibrar en otra frecuencia y reconocer y elegir entre un universo mayor de posibilidades.
La escucha me prepara para la acción y la respuesta desde la consideración de mayores posibilidades, me conecta con soluciones creativas y me habilita para la empatía, generadora de encuentro y comprensión. Intuyo que la escucha es algo que me viene bien trabajar y desarrollar, ¡un reto ilusionante!