Como me trato a mí mismo me da idea de cómo trato al entorno. La energía que muevo, mi relación con el universo, tiene que ver con mi propia conexión interior.
¿en qué medida creo y en qué medida consumo?
Como me trato a mí mismo me da idea de cómo trato al entorno. La energía que muevo, mi relación con el universo, tiene que ver con mi propia conexión interior.
¿en qué medida creo y en qué medida consumo?
Vive agradeciendo, aprendiendo de los errores, de cada situación, mira lo bello del mundo y lo bello en los demás.
El universo que nos conecta es lo suficientemente sabio como para confiar:
«confía en tu intuición, vive sin miedo, lo que tiene que suceder va a suceder»
Pensamiento y corazón, son formas complementarias de modelar mi realidad a través de la energía que muevo.
Razón y emoción, el yin y yan, la posibilidad de percibir y explorar el universo de formas diferentes.
Qué luminosos los momentos en que de la diferencia hacemos complementariedad, el universo se expande y nuestro entendimiento es nuestro y no sólo mío. Qué reto tan hermoso el de vivir la diferencia como complementariedad.
«La actitud de aprendizaje en cualquier situación alimenta la sabiduría».
La mirada nueva, la curiosidad y las ganas de aprender, una actitud que quiero para toda la vida, con ellas descubro y alcanzo lugares nuevos, significados y experiencias que expanden mi universo y me ayudan a conectar.
La escucha permite expandir mi mundo. La escucha desde el corazón, desde la presencia, es una experiencia de conexión con la energía que me rodea, es una experiencia multisensorial que me permite el encuentro de realidades distintas, crear soluciones nuevas.
La escucha me prepara para la acción y la respuesta desde la consideración de mayores posibilidades, me conecta con soluciones creativas y me habilita para la empatía, generando encuentro y comprensión.
Intuyo que la escucha es algo que me viene bien trabajar y desarrollar, ¡un reto ilusionante! ¡Qué necesario aprender a escucharme a mí también! ¿Cuál es tu experiencia de escucha?
Respetando tiempos, momentos y caminos.
Respetando la forma en la que vibra la energía del universo, desde la escucha, la apertura, reconociendo esa vibración en mí y su sintonía con el entorno.
Atento para reconocer cuando mis creencias modulan esa vibración de una forma limitante (irrespetuosa) o estimulante (respetuosa) con la vibración amorosa del universo.
Aceptando que la vida no nace en mí, sólo se manifiesta en mí.
Aceptando que el universo no es antropocéntrico, y mucho menos eduardocéntrico, es más fácil el respeto, encontrar el momento y el lugar para el encuentro.
A pesar de que en la cultura que me muevo aparece la competitividad como fórmula para el éxito en muchos ámbitos, tengo la impresión de que la cooperación es la clave para construir como sociedad y para desarrollarnos como personas de una manera sana y conectada.
Cooperar significa para mí construir (crear) en común, poniendo en común lo mejor de cada cual, para alcanzar una visión compartida, desde la comunicación y la actitud de entendernos.
Competir lo asocio a la necesidad de demostrar lo buena que es una realidad en comparación con otras realidades, desde una necesidad de reconocimiento, de una carencia, al fin y al cabo.
A día de hoy (6 de abril de 2023) me llama más la atención la cooperación.
Hay momentos en los que encuentro el espacio y tiempo interior para el agradecimiento por el momento presente, para conectar con el legado de mis antepasados, de nuestros antepasados; entonces ese agradecimiento cobra una nueva dimensión que me inunda de una energía reconfortante.
Aprecio y agradezco la generosidad de ese legado del que formo parte y surge en mí un sentimiento de aceptación y de trascendencia; desde ahí tomo conciencia de que también mis acciones (e inacciones) presentes formarán parte del legado disponible a futuro, en ese momento siento la llamada amorosa de la creaciòn.
El amor es el ingrediente universal para vivir en paz y armonía. Cuando estoy conectado con mi centro, me siento en paz, me siento tranquilo, porque no he de ir a ningún otro lugar, estoy conectado a mi esencia, a aquello que me conecta con el universo y todas sus criaturas, en ese momento estoy actuando desde el Amor, me siento VIVO. Nada más que añadir.

«La intuición tiene que ver con la realidad exterior y con la forma que tengo de relacionarme con ella.» – esto también.
Hoy la intuición la vivo como la escucha interna, de lo que siento, delo que conozco sin haberle puesto pensamiento o palabra anteriormente.
La intuición como esa conexión con el universo, del que formo parte.